Mi Reino por un Camello - Pechina, Almería

Si estás buscando una experiencia única y emocionante en Almería, España, no busques más allá de Mi Reino por un Camello. Ubicado en la tranquila y pintoresca Cam. Aleman, 5, 04250 Pechina, Almería, España, este centro de ocio y granja es el lugar perfecto para pasar un día inolvidable.

Una de las características más distintivas de Mi Reino por un Camello es que es propiedad de mujeres emprendedoras que han creado un espacio donde todos son bienvenidos. El centro cuenta con instalaciones accesibles para sillas de ruedas y baños adaptados, lo que lo hace inclusivo para todos los visitantes.

Si estás buscando una actividad divertida para niños, Mi Reino por un Camello es el lugar perfecto. El centro ofrece un restaurante y una granja llena de animales adorables que deleitarán a los niños y a los adultos por igual. Además, el personal amable y atento está siempre dispuesto a ayudar y asegurarse de que todos los visitantes tengan una experiencia maravillosa.

Otra gran ventaja de Mi Reino por un Camello es su fácil acceso y ubicación conveniente. El centro se encuentra a solo unos minutos en coche del centro de la ciudad de Almería, lo que lo hace fácilmente accesible en transporte público o en coche. También hay estacionamiento disponible en el lugar.

Si estás buscando una opinión imparcial sobre Mi Reino por un Camello, puedes revisar las 292 reseñas en Google My Business. La opinión media es de 4.8/5, lo que demuestra la calidad y el compromiso del centro con la satisfacción del cliente.

Opiniones de Mi Reino por un Camello

Emir Lopez

5/5

Muy lindo recorrido y contacto con animales poco habituales! Úrsula es realmente sorprendente el trabajo que hace ella sola para mantener todo el sitio y cuidar de tantos animales. Realmente recomiendo conocerla y conocer el sitio!

Pablo JIMÉNEZ

5/5

Un dia genial para pasarlo en familia!, lo recomiendo 100%, fui con mi hijo de 3 años y nos lo pasamos fastantisco. Una de las propietarias hacen juegos, le dan de comer lo peques a los animales y hacen juegos muy divertidos con los camellos, ademas de peinarlos. Una oportunidad de contactar a los peques con la naturaleza.

Sonia V

5/5

La experiencia realmente vale la pena! Fuimos con niños de 4 y 6 años y disfrutaron muchísimo cepillando a los camellos, acariciándolos, preparándoles una ensalada y dándoles de comer. La dueña es encantadora con los niños. Al final de la visita incluso organizó un juego con todos los niños que fue muy divertido para ellos. Además se nota el amor que tiene por sus camellos y lo bien cuidados que están. También los animales están muy acostumbrados a los niños y da la impresión de que disfrutan de su compañía.

Vanesa Morales Montoya

5/5

Ursula y su hermana Ingrid ofrecen una experiencia excepcional para no olvidar. Celebramos en sus instalaciones el 4º cumpleaños de nuestra pequeña y no pudimos quedar más contentos. Se nota el cuidado, respeto y amor que reciben los camellos y el resto de animales que conforman la granja. Todos son apacibles, y puedes interactuar con ellos con total tranquilidad. Las actividades estan muy bien pensadas y aunque la mayoria de niñ@s eran muy pequeñitos y a veces dificiles de controlar, jejeje, tanto las dueñas como los animales se portaron genial y tuvieron una gran paciencia en todo momento :).
La actividad de dar de comer a los camellos nos encantó. Todos, adultos y niños, se animaron a participar. ¡Fue muy divertido!
Los pequeños no pararon en toda la tarde y lo pasaron genial.
En definitiva, ¡grandes profesionales y totalmente aconsejable!
Muchas gracias por todo y os seguiremos teniendo en nuestro radar.
Un saludo.
Vanesa

Zaira Perez

5/5

Un sitio genial. Los camellos son súper sociables, se acercan y se dejan tocar . Si es cierto que nosotros visitamos la granja con una fiesta organizada por los Pitukis y lo pasamos genial. Los niños pudieron dar de comer a los camellos , peinarlos y aprender muchas cosas sobre ellos. Sin fiesta no sé qué harán, pero merece la pena solo por ver estos animales tan de cerca.

María José Rodríguez Sánchez

5/5

Fuimos con el grupo de amigas del colegio de mi hija a pasar el día y ver a los camellos. Pasamos una mañana muy divertida y diferente en la naturaleza. Previamente hay que reservar por teléfono las personas que van a ir porque tienen aforo limitado. Cuando llegas te recibe una chica para confirmar la reserva. Una vez allí a cada grupo le asignan un nombre (nosotros éramos las chumberas). Durante la estancia hay varias actividades en las que pueden intervenir niños y padres, y las van haciendo por grupos. De esta manera todos los niños pueden darle de comer a los camellos, cepillarlos, echarse fotos con los camellos. Otra actividad era buscar imágenes relacionadas con la granja en un pajar, otra actividad fue plantar semillas, que además decoras el macetero, le pones un cartelito identificativo que luego te llevas. Te hacen una foto de grupo que luego la decoras y te puedes llevar (hacen copias de la foto de grupo para cada niño) y por último hacen en baile en común con las monitoras. Las monitoras son un encanto, cariñosas y divertidas. Tienen merendero, pero no puedes almorzar ya que cierran cuando termina la última actividad sobre las 13,45h. Los camellos están muy bien cuidados, tienen buen aspecto.

Luciano Naso

5/5

Bonita actividad para los pequeños. Hay un horario de llegada en el que a partir de ahí, se van realizando diferentes actividades con los animales, desde paseo dentro del predio, hasta prepararles una ensalada y darles de comer sandía directamente en la boca. El día que fuimos la cantina estaba cerrada pero creería que hay servicio para poder comprar alguna bebida y demás. La pasamos bien, sobre todo los niños.

Alisha Knitter

5/5

Una experiencia única en toda la provincia de Almería. Fuimos ayer por la tarde, dos adultos y una niña, y nos lo pasamos pipa dándoles de comer y acariciando a los camellos. A la propietaria Úrsula y a su hermana se les nota el amor que tienen hacia sus camellos, lo bien que se lo pasan con los niños y como trabajan para mantener la granja a flote. No será la última vez que pasamos por ahí, además de recomendarlo a todo nuestro círculo.