JAVI VAZQUEZ TOMAS
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Ubicada a orillas del río Tajo, la ciudad del sur de Madrid, Aranjuez, acoge el Teatro Real Carlos III. Este lugar está considerado el teatro cubierto más antiguo de España y destaca sobre todo por su maravillosa arquitectura del siglo XVIII.
Desde su construcción en en 1768, por su escenario no solo han pasado grandes figuras del teatro, sino que también se han representado óperas y zarzuelas durante años, y hubo un tiempo en que se utilizó como cine y llegaron incluso a rodarse películas allí.
Diseñado a modo de los coliseos italianos, el edificio histórico Teatro Real Carlos III de Aranjuez tiene una capacidad de unas 348 personas. Tras una sobria fachada se esconde el coqueto interior del edificio. Cuenta con una planta rectangular que actúa como elemento estructurante del conjunto teatral. Esta tiene forma de U y abre el amplio cuerpo del escenario, el cual conserva los peines originales del siglo XVIII.
A la sala se accede desde un vestíbulo que ocupa todo el desarrollo de la fachada principal, con dos escaleras de subida a los cuerpos superiores.
La zona del patio de butacas del Teatro Real Carlos III de Aranjuez cuenta con la mayor parte del aforo de la sala, ofreciendo a los espectadores una distribución en filas separadas por un pasillo interior. El patio de butacas se encuentra situado en la planta baja del recinto. Todos los asientos del patio de butacas ofrecen una visibilidad y acústica muy buena del escenario. En esta planta también encontramos, junto al patio de butacas, el balconcillo real, una zona con butacas un poco más elevadas que las del patio, desde donde la visibilidad es excelente.
La platea está situada también en la planta baja, y queda justo por detrás del balconcillo real. Aunque la óptica desde el balconcillo es algo mayor, desde esta zona también se disfruta de los espectáculos con una gran calidad visual y sonora. No obstante, en los asientos situados a ambos lados del escenario, la óptica es menor.
En la primera planta encontramos los 12 palcos, que quedan justo por encima de las butacas de la platea. Si quieres disfrutar de la acción desde una perspectiva más elevada, las butacas de los palcos pueden ser una buena opción.
La zona del paraiso se encuentra en la segunda planta, por lo que se trata de la zona más elevada y con menor óptica y acústica del escenario.
Butacas con mejor visibilidad
Las mejores zonas para comprar entradas son en el área central del patio de butacas, más o menos de la fila 4 a la fila 10.
Historia
Corría el año 1768 cuando el rey Carlos III mandó construir este teatro al arquitecto Jaime Marquet. El Teatro Real Carlos III de Aranjuez es el único que mantiene la tipología del teatro de ese siglo intacta, de ahí que sea uno de los más antiguos teatros cubiertos conservados en España.
El edificio tenía una fachada porticada con cinco arcos de ladrillo, donde se puso un grabado con la inscripción de Juan de Iriarte que dice: “Rudos deliciis urbana adjecta”. Lo que vienen a decir que en Aranjuez se unen las delicias del campo con los placeres de la ciudad.
Durante su creación, no se escatimó en gastos y esto hizo que fuera un edificio diseñado con gran esmero y sensibilidad. La bóveda interior contaba con frescos de grandes artistas. Su inauguración fue el 14 de mayo de 1769, asistió el rey Carlos III, Doña María Luisa de Borbón y toda la familia real, ocupando el correspondiente palco Real.
Entrados ya en el siglo XX, el teatro cambió su nombre a Gran Teatro Maestro Guerrero, por cambió de propiedad. En el año 1989, cerró sus puertas hasta que un proyecto municipal intentó rehabilitarlo y cambió su nombre a Teatro Real Carlos III.
Fue el arquitecto Mariano Bayón el que se encargó de hacer resurgir de sus cenizas esta bella pieza arquitectónica. El 5 de junio de 2014, el Teatro Real Carlos III de Aranjuez volvió a abrir sus puertas. El recuperado edificio cuenta con algunos elementos originales que se habían conservado, como los frescos del techo o las vigas de madera en la cubierta del teatro.